Cuando el hombre recién apareció en La Tierra, nuestro planeta era un lugar oscuro y frío. Hasta que el gran Dios Wiraqocha apareció en Los Andes e iluminó los cielos con la luz del sol.
En la región de Tiwanaku se creó La Gran Puerta del Sol, un gran portal dimensional que los pobladores utilizaban como lugar de veneración cuando llegaban; a través de las grandes montañas de los Andes, los primeros rayos de luz que ofrecía al mundo el gran Dios Wiraqocha.
Los Auquis, pequeños dioses que tomaban la forma de animal y ayudaban a los grandes dioses y al Gran Wiracocha en sus labores.
En La Tierra, los hombres los reflejaron en las líneas de Nazca. Allí podemos ver a los principales Auquis que se habían visto en el mundo, como: el mono, el colibrí y la araña.
Los Grandes Dioses Yanañamca y Tutañamca; grandes enemigos de Wiraqocha, los señores de la oscuridad y la noche.
Ellos reinaban el mundo al principio de los tiempos; mucho antes de que los Dioses y lacayos se encargaran de la tierra juntos.
La noche no tenía fin...
...y los hombres oraban al Gran Dios Wiraqocha pidiendo ayuda con la esperanza de que no dejará que la vida en la tierra se marchitara..
Él tuvo piedad de los hombres y mandó a sus Auquis, con la misión de: rescatar los soles robados.
Ahora, tu misión será elegir al Auqui con el que más te identifiques, y
recuperar los soles que han sido escondidos en los diferentes mundos.
¡Pero ten cuidado! Los mundos están custodiados por demonios que ayudan a los Dioses Yanañamca y Tutañamca.